VOCABULARIO DEL VINO Y TONELERÍA |
DÉBIL: Con caracteres poco pronunciados.
DECOLORADO: Vino que por tratamientos clarificantes o por SO2 pierde su color natural o cambia en los tintos de tono hacia el amarillo. También blanco incoloro por completo.
DECRÉPITO: Desequilibrado total por exceso de edad sin conservar virtud alguna.
DELGADO: Lo contrario de lleno. Vino sin sabor y finura.
DELICADO: Vino que da en la boca sensación armoniosa y de plenitud. Caracteres sutiles, poco intensos, pero vivos y agradables.
DESCOMPUESTO: Vino que mal coservado se ha enturbiado, perdiendo a la vez aroma y mostrando mal gusto.
DESEQUILIBRADO: Desprovisto de armonía, unos elementos se encuentran en exceso y otros en defecto.
DESFRAGUADO: Vino que detrás de una apariencia cromática agradable carece de aroma y muestra pobreza de paladar acusada.
DESPOJADO: Corto de sabor debido a tratamientos enérgicos o abusivos de clarificación, filtrado, desacidificación, etc.
DESVAÍDO: Vino corto en aromas y sabor, de poca consistencia en el paladar.
DISTINGUIDO: Conjunto armónico agradable y destacable por su finura.
DULCE: Vino que contiene azúcares en cantidad superior a 50 gr/l. En algunos vinos, como los que proceden de uva Tempranillo, existen componentes no azucarados de caracter dulce.
DULZÓN: De sabor débilmente azucarado.
DURO: Acido, astringente y sin finura.Alta acidez debida al ácido tártrico.