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CÓRDOBA
Lunes, 29 de marzo de 2004

CÓRDOBA
EDICIÓN IMPRESA - Córdoba
EDUARDO RAMÍREZ: «Ni en Montilla ni en Jerez se cuida la imagen de las bodegas»
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Nieto y biznieto de viticultores y bodegueros, Eduardo Ramírez se adentró en el negocio del vino de la mano de su padre, el fundador de bodegas Montulia. El descenso de las ventas en Montilla y Jerez lo obligaron a buscar nuevas salidas y se encontró con internet. En 1998 montó una tienda virtual desde la que está vendiendo vinos de calidad a todo el mundo, principalmente Pedro Ximénez y brandies. La oferta se completa con todo los elementos que puede necesitar una bodega: filtros, alambiques y depósitos, entre otros.

-¿Qué le ha reportado internet?

-Yo actúo como intermedario e internet es una revolución que me ha permitido ponerme en contacto con todo el mundo. En primer lugar, me ahorra mucho dinero en dar vueltas porque puedes mandar un mensaje a 200 bodegas al mismo tiempo. No hay que llamar una a una. Por ejemplo, ahora estoy buscando un distribuidor de alambiques en América, pues con un correo electrónico lo publicito.

-¿Y en qué medida le ha permitido incrementar el número de operaciones?

-Creo que las he triplicado. Cuando empecé en 1998 no se hacía casi nada y ahora he multiplicado por tres el número de operaciones, que al año son unas 150. Además, se nota que cada vez son más los que recurren a internet y prefieren la red para sus compras y ventas.

-¿El premio de la Junta le ha llegado en su mejor momento?

-Este premio es muy importante porque en internet es básica la confianza del cliente, tener la certeza de que no lo vas a engañar, que es el gran riesgo de vender a través de la red. Además de confianza, el premio me abre las puertas a posibles subvenciones; llevo muchos años trabajando sólo sin ninguna ayuda.

-¿Ha sido duro?

-Hace tres años estuve a punto de tirar la toalla porque fue muy duro, la gente no llegaba a confiar. Ahora es distinto, los clientes saben que si le mandamos un barril les va llegar en condiciones óptimas y si no es así le enviamos otro.

-¿Qué le mandan principalmente los clientes particulares?

-Yo les vendo sobre todo vinos de las bodegas con las que trabajo: Alvear. Pérez Barquero y Toro Albalá. Principalmente, brandy y Pedro Ximénez. También ofrezco todo tipo de accesorios de bodegas: jarras, venencias, canoas, y tonelería, barriles de todos tipos y tamaños. He montado varias tabernas y bodegas por toda España: Madrid, Murcia, Málaga... También vendo depósitos viejos de las bodegas para los agricultores y Cámaras Agrarias.

-¿Quiénes son los grandes clientes y qué productos le reportan mayor facturación?

-La grandes facturaciones las generan las bodegas que montamos por la zona de Ribera del Duero y Galicia, a las que suministramos tanto los depósitos como la maquinaria. Ponemos a su disposición todo lo necesario para vendimiar y la crianza del vino. Hay que tener en cuenta que son esas zonas donde se están abriendo bodegas porque aquí se cierran.

-¿Es lamentable que se vaya perdiendo la cultura del vino?

-Por supuesto. En el centro y norte de España están montando muy buenas bodegas y se preocupan mucho por la calidad y la limpieza de sus intalaciones. Asombra verlas. Comparándolas con lo que hay aquí abajo, ni en Jerez ni en Montilla se cuida la imagen de las bodegas y la vista hace mucho cuando llega un cliente. Hay algunas que se salvan como Alvear o Pérez Barquero.

-Hablando de proyección, ¿cree que puede afectar en imagen a Toro Albalá el expolio que se le ha imputado a uno de sus dirigentes?

-Creo que no porque la calidad de los vinos no tiene nada que ver con una historia que se han montado ahí, sea quien sea. Este hombre es muy sibarita y le gustan muchos las antigüedades. Yo mismo le he suministrado alguna vez objetos de bodegas que iban a a derribar, pero no ha hecho daño nunca. Yo no creo que haya hecho nada malo a nadie simplemente que le gustan muchos las antiguedades y tiene un museo de categoría. Yo llevo visitas turísticas.

-¿También trabaja con el turismo? -Si me lo piden, por supuesto. Yo creo que el turismo es también una ayuda más para la bodegas. En Jerez ha salvado a muchas bodegas, lo que ocurre es que es un turismo diferente, entran en masa y cobran por la entrada, mientras que nosotros lo que pretendemos es atraer un público más entendido en vino que compre y consuma.

-¿Desde el exterior qué es lo que más le demandan de su bodega virtual?

-Fuera de España, lo que más vendemos son los alambiques que me los piden fundamentalmente de Hispanoamérica: Péru, Bolivia, Guatemala y Chile. Los alambiques se usan para destilar alcohol pero también se utiliza para extraer aceites esenciales. En España vendo alambiques en la zona de Gerona y Tarragona donde se practica mucho la destilación de de hierbas aromáticas.

-¿Qué productos se demandan más?

-Depende de la zona, En África demandan sangría, brandy y vinos flojos de alcohol que produce para ello Pérez Barquero. Con Brasil también íbamos a hacer algunas operaciones, pero hay problemas porque paralizan el vino e imponen aranceles muy elevados, de un 80 por ciento.

-¿Qué volumen sale cada año de su bodega virtual?

-Es casi imposible precisar las cantidades, pero lo que más se demanda es el Pedro Ximénez y después el brandy. El vino fino, no lo vendemos porque no lo trabajo. De todos, el que más se demanda es el de Torre Albalá con botellas de Pedro Ximénez que pueden llegar a alcanzar incluso los 360 euros.

-¿Por qué no vende vino fino?

-El vino fino no lo llevo porque no se demanda y porque el precio que tiene no merece la pena cuando se puede encontrar en cualquier hipermercado. Yo llevo vinos que no se encuentran en cualquier tienda. De todas formas, veo muy negro el futuro del vino fino.

-¿Cuál es el futuro de Montilla?

-La salida para Montilla pasa por fortalecer los tintos y el Pedro Ximénez, principalmente éste último que es una joya única de esta denominación.